Llega de día,
llega de noche.
Se le espera
por la puerta,
llega por la ventana.
Le buscamos con alegría,
llega con su
cruz.
Estamos de guardia,
nos llama desde dentro.
Rastreamos huellas,
llega por
senderos nuevos.
Llega en la abundancia
y más todavía en la pobreza.
Llega
cuando triunfamos
y nos acompaña en los fracasos.
Llega cuando es deseado
y se presenta cuando no se le espera.
Llega en el silencio
y en el áspero y
abrasador viento.
Llega también en la multitud y el ruido.
Llega para dormirnos
y para despertarnos.
Llega a través de todas las vidas
que encontramos
a lo
largo del día
en nuestro camino.
Llega en el desierto
de manantiales inciertos,
en las estepas de desconocidos pozos,
en los bosques frondosos
en que nos
perdemos,
en las altas cumbres que hollamos,
y en los valles que nos dan
vértigo.
Llega a cada instante.
Llega en cada lugar.
Allí donde estamos, está.
Fiel a su palabra
ya está esperándonos.
Porque Él es...
quien siempre está
viniendo...Con mucho cariño para todos mis alumnos
recordandolos y deseándoles lo mejor en sus vidas